La Asociación Libertad y Paz Saharaui devolvió la sonrisa, a los alumnos del Centro de Integración de personas con discapacidad, de los campamentos de refugiados saharauis, en medio de la nada la (La Hamada) donde ya llevan 32 años exiliados en la Hamada Argelina. La mayoría de las personas con discapacidad de los campamentos, padecen esta patología debido a inyecciones suministradas en mal estado, que se les inyectaron en los años 70 y 80.
Comisiones Francesas llevaron a cabo un proyecto sanitario para combatir una epidemia que se había extendido en los campamentos de refugiados saharauis. Las inyecciones que se suministraron, se encontraban deterioradas debido a las condiciones climatológicas del desierto. Esto provocó una tasa de invalidez del 48% de los niños y niñas que nacieron en la decada entre los 70 y 80, así como la muerte de un gran número de recién nacidos, que murieron en brazos de sus madres.
La asociación visitó el Centro de Integración para las personas con Discapacidad, conocido como CASTRO, nombre de su fundador. Su director y responsable del Departamento de Educación Especial, el Sr Buyema Fateh, nos mostró sus humildes instalaciones, donde se forman más de 55 niñ@s y jóvenos entre los 3 y 32 años.
El centro se fundó en 1995 hasta hoy sigue en pie gracias al director del centro el señor Castro y las educadoras saharauis que trabajan en él, aún sin recibir ningún tipo de ayuda humanitaria del exterior. A pesar de todo, el centro sigue adelante, gracias al esfuerzo e implicación de sus trabajadores, aunque de una forma muy precaria. El centro ofrece a diario el desayuno y almuerzo de l@s alumnos gracias a las ayudas voluntarias que el propio pueblo saharaui dona.
El transporte de los alumnos al centro, se realiza a través de un Land-Rober que realiza una ruta matutina a las 7h para recoger a los niños y niñas que viven más lejos. Para soportar el coste de la gasolina, el grupo de trabajadores se ve obligado a vender parte de la cantidad de alimentos que recibe, reservando, parte de ese dinero para imprevistos o emergencias que puedan surgir.
Durante la estancia de la ALPS en el centro, se organizó para tod@s ell@s un almuerzo musical, donde el grupo musical de la asociación, llamado "Estrellas de Saguia y Rio de Oro" actuó para el centro de forma voluntaria. La asociación también hizo entrega de juguetes y material escolar para proporcionar un poco de material lectivo al centro.
Los propios alumnos, a través de las palabras del jóven Ahmed Mahmud Sidi Ali de 17 años, nos explicaron su mensaje, un mensaje claro, humilde y energético:
"No queremos que se nos vea por discapacitados ni inutiles necesitamos ayuda lo antes posible. Y qué sea moralmente, moralmente, moralmente y materialmente".
Desde nuestra asociación, queremos visibilizar la situación de los centros de discapacidad en los campamentos de refugiados saharauis, en Tindouf, Argelia.
Nosotros, todos nosotros, después de reflexionar sobre nuestra situación, aquí, en el desierto argelino, también nos gustaría mandar un mensaje para todos y todas nuestr@s lectores y las personas que nos apoyan a través de la ayuda humanitaria: 
Les queremos decir que:
EL INICIO ES DIFÍCIL, PERO LA HISTORIA ME ENSEÑÓ
QUE NADA ES IMPOSIBLE...
ALPS
